Atunes que crían en el Mediterráneo

Quiénes son y cómo llegan aquí

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El Mediterráneo Occidental: buen lugar para comenzar la aventura de la vida

Aguas cálidas con alimento suficiente para que progrese el mayor número de larvas posible. Se podría decir que esas son las condiciones indispensables para que los atunes de diferentes especies elijan el Mediterráneo Occidental para reproducirse. Además, hay otros factores que pueden ser importantes a la hora de decantarse por este lugar. Pueden influir la cercanía con las islas, o las corrientes que se crean como resultado de entrar en contacto las aguas más densas del Mediterráneo con las menos salinas del Atlántico.

Especies residentes y especies migradoras

Existen dos grupos bien diferenciados de túnidos que acuden a las aguas del Mediterráneo Occidental. Las especies residentes y las especies migradoras. Las residentes pasan toda su vida en el Mediterráneo, el mar donde encuentran sus zonas de alimento y de reproducción. Las especies migradoras, como el atún rojo atlántico, se desplazan desde los lugares donde comen en el Atlántico hasta sus zonas de reproducción en el Mediterráneo. Sin embargo, no todas las especies de atunes pasan algún momento de su vida en el Mediterráneo. Por ejemplo, el atún de aleta amarilla (Thunnus albacares) o el patudo (Thunnus obesus), que encontramos fácilmente en el mercado, no entran nunca en el Mediterráno.

Especies de túnidos cien por cien mediterráneos: La albacora y la melva

Hay varias especies de túnidos que viven en el Mediterráneo y que se reproducen en el Mediterráneo Occidental. Aunque son vecinos nuestros, hay algunos aspectos de su vida que son un misterio. Es lo que ocurre con la albacora o atún blanco (Thunnus alalunga). Se trata de un túnido de tamaño mediano que en su edad adulta puede llegar a alcanzar hasta un metro y medio de longitud. El Thunnus alalunga también vive en el Atlántico norte y en el Cantábrico donde se comercializa bajo el nombre de bonito del Norte. Asimismo hay poblaciones que habitan en zonas templadas y tropicales de todo el globo.

El caso es que parece ser que la mayor parte del atún blanco del Mediterráneo no sale de sus aguas, realizando sólo desplazamientos de pequeña escala entre zonas de alimentación y las de apareamiento y puesta de huevos. La época de reproducción dura unos tres meses, de junio o julio hasta finales de agosto, aunque se desconocen los límites de todas las zonas donde se lleva a cabo. Se cree que el alalunga realiza una migración Este-Oeste dentro del Mediterráneo, pero no es más que una conjetura.

La melva (Auxis rochei) es otra de las especies que, si bien está distribuida por las regiones templadas y tropicales de todos los océanos, presenta poblaciones residentes en el Mediterráneo, que también se reproducen durante los meses de verano. Se trata de un pequeño túnido que alcanza una longitud máxima de 50 cm, abundante en las zonas costeras durante todo el año.

La presencia de especies tropicales en el Mediterráneo

Dos túnidos tropicales están en vías de expansión en el Mediterráneo: el atún listado (Katsuwonus pelamis) y la bacoreta (Euthynnus alletteratus), se trata de dos especies de pequeño tamaño muy abundantes en sus aguas de origen. Aunque no lo sepamos, el listado es un viejo conocido ya que es el atún con mayores capturas a nivel mundial, que se producen en todos los océanos, y es el que contienen la mayoría de las latas de conserva de atún que consumimos. Listado y bacoreta han aumentado su presencia en el Mediterráneo Occidental, donde se reproducen entre los meses de mayo y agosto. Por el momento, se desconocen cuáles son sus rutas de migración.

Atún rojo atlántico: el gran migrador

Hasta ahora se creía que el preciado atún rojo atlántico se reproducía solamente en el Mediterráneo y en el Golfo de México. Sin embargo, nuevos estudios han demostrado la existencia de una tercera zona en la costa noratlántica de Estados Unidos y parece ser que podría haber incluso más zonas aún sin descubrir. Es increíble lo poco que sabemos de esta especie a pesar de ser una de las mas investigadas. La posibilidad de criar huevos, larvas y juveniles en cautividad en las instalaciones del Instituto Español de Oceanografía nos permite obtener información relevante sobre la biología de esta especie, incluyendo los factores que afectan a su supervivencia y desarrollo durante los primeros meses de vida.

Además del atún rojo atlántico, que es el que viene a aguas mediterráneas, hay otras dos especies más en el mundo: el atún rojo pacífico (Thunnus orientalis), que se reproduce en aguas del Océano Pacífico, y el atún rojo del Sur (Thunnus maccoyii), que elije para ello Australia.

El pez espada, la llampuga y el bonito Atlántico

Aunque no son túnidos, estas tres especies de peces pelágicos también se reproducen en el Mediterráneo Occidental durante el verano. El pez espada (Xiphias gladius) es el que alcanza mayor tamaño de los tres. Es fácil reconocerlo porque tiene un pico similar a una espada. También encontramos en el Mediterráneo la llampuga (Coryphaena hippurus). Aunque esta especie no se consume en la península, sus juveniles se capturan durante el final del verano y el otoño en las islas Mediterráneas (Malta, Sicilia y las Islas Baleares) y forma parte importante de su gastronomía tradicional. Estas dos especies se reproducen en pareja, a diferencia de los túnidos y el bonito Atlántico que se reproducen en grupo, por lo que sus huevos y larvas se distribuyen muy separados y en poca cantidad. En la larva del pez espada, de tan solo unos días de edad, ya se puede ver una mini espada.

El bonito Atlántico (Sarda sarda) es una especie que alcanza un tamaño relativamente pequeño y que se reproduce en mayor cantidad en las aguas costeras de la península que en el Mediterráneo Occidental.  Ojo, no confundas esta especie con el bonito del norte (Thunnus alalunga). Con tan solo 7 días de vida las larvas de bonito Atlántico son muy voraces y capaces de comerse la larva de cualquiera de los túnidos en un abrir y cerrar de ojos. El Instituto Español de Oceanografía ha logrado criar esta especie en cautividad y se ha cerrado su ciclo, lo que significa que individuos nacidos en cautividad son capaces de reproducirse en cautividad. Los ejemplares criados en acuicultura no se comercializan.